Aproximaciones hacia la ciudadanía digital
La pandemia del Covid 19 que atravesó el país hizo que todos se encierren en sus hogares para precautelar su salud, es aquí donde se da lugar a teletrabajos y la educación se llevo a cabo de manera virtual. Por lo que, el gobierno implemento el plan nacional de educación aprendamos juntos en casa, donde se involucra tantos maestros, estudiantes y la comunidad educativa. Según el Ministerio de Educación LOEI (2017) establece que:
El Artículo 26 de la Constitución de la República reconoce a la educación como un derecho que las personas lo ejercen a largo de su vida y un deber ineludible e inexcusable del Estado. Constituye un área prioritaria de la política pública y de la inversión estatal, garantía de la igualdad e inclusión social y condición indispensable para el buen vivir. Las personas, las familias y la sociedad tienen el derecho y la responsabilidad de participar en el proceso educativo.(p.1)
Sin embrago, tanto docentes, estudiantes y padres de familia no estaban involucrados con la nueva era digital por lo que, se llegó a presentar ciertas dificultades en la enseñanza – aprendizaje durante los dos años de la pandemia. Se debe tomar en cuenta que los docentes no se encontraban capacitados para poder trabajar de manera virtual, también los estudiantes debido al mal manejo de las plataformas digitales llegaban a tener falencias en ciertas áreas de estudio. Cabe mencionar que otro factor fue dependiendo si se encontraban en una zona rural o urbana. Entonces, para (Claro et al, 2021, citado en Santana et al, 2022) establecen que:
Basados en una revisión tanto de literatura como de iniciativas de ciudadanía digital en América Latina, reconocen tres enfoques, descriptivos y no normativos, para entender la forma en que trabajan las instituciones de ciudadanía digital. El primer enfoque coincide con la mirada de competencias, al que llaman el enfoque de participación e inclusión institucional digital. Pero también reconocen dos otras acepciones: el enfoque que entiende la ciudadanía digital desde las nuevas formas de transacción y participación del poder en estos nuevos espacios digitales, y el enfoque centrado en una ‘comunidad moral transnacional’, cuya existencia se basa en la posibilidad de intercambios más allá de las fronteras de los Estados-nación y sus normas. (p. 15)